El Protocolo de Montreal es un acuerdo ambiental internacional creado para proteger la capa de ozono, el cual busca reducir y eliminar el uso de las sustancias agotadoras de ozono (SAO) y los hidrofluorocarbonos (HFC), estos últimos incluidos en la Enmienda de Kigali.
Con la implementación del Protocolo de Montreal en Colombia se controla el consumo de estas sustancias, se orientan los procesos de eliminación de su uso, la gestión ambiental para la eliminación definitiva de los clorofluorocarbonos (CFC) contenidos en equipos antiguos y la sustitución de los hidrocloroflurocarbono (HCFC) y HFC presentes en equipos y procesos de producción aún vigentes, promoviendo la transición hacia sustancias definitivas que no dañen el ozono y cuiden el clima del planeta.